martes, 23 de agosto de 2016

Nuestro futuro 2.0

Como si nada, la unidad R-7 se retiró del enorme contenedor-batidora. Setenta y dos Matraces Erlenmeyer vibraban frenética y simultáneamente con cultivos de diferentes colores. Una extraña luz verde en forma de casco iluminó toda la cabeza del robot. Signo indicativo del resultado positivo del experimento. El virus ya no se replicaba. Después de setecientos veinte años R7 había encontrado el antídoto para el virus conocido más infeccioso de la historia. Las cabezas de los demás androides se iluminaron de igual forma y pausadamente se dirigieron a sus módulos de recarga. A continuación, se produjo una situación completamente inédita, la computadora central cortó comunicación con las unidades robóticas y automáticamente se colocó en modo de localización y transmisión de datos. Tenía ahora una importante misión, en las próximas horas debía encontrar una frecuencia terrestre o satelital segura y válida para enviar un único archivo plano de texto contentivo de 900 terabytes de información con todo el historial y resultados de las pruebas hasta ahora realizadas, incluyendo el hallazgo final con la formula química de la cura.
Sin embargo, no se lograba encontrar la señal, la CPU consumía más y más energía orientando las antenas del complejo hacia el espacio exterior en busca de satélites primero y sondas exploradoras conocidas luego, pero sin resultado alguno. Tras meses de escaneo infructuoso y sin lograr comprender que ya no había nadie en todo el planeta a quien entregar los resultados, la enorme máquina apagó los generadores principales y se colocó en la primera etapa de hibernación sostenida, canalizando toda la refrigeración para ella sola, se programó para despertar en 50 años y retomar la transmisión bajo mejores condiciones. Los androides eran ahora no prioritarios y por tanto descartables.

La unidad R5 sintió los efectos del sobrecalentamiento de sus circuitos. El calor sofocante hizo que los sensores de temperatura activaran los PDE o (Protocolos de Emergencia) Algoritmos de respaldo comparables al instinto de supervivencia humano, el cual explora opciones para salvaguardar la integridad de su sistema. Al levantarse de golpe el conector de carga se desprendió dando un sonoro chispazo, provocando una subida de voltaje en su fuente de poder que, lamentablemente el relé de protección no pudo frenar y dejó pasar al conjunto de CPU y memoria.  A partir de ese momento algo cambió. R5 apuntó sus cámaras y miró sus enormes mc-9 (Manos cibernéticas N° 9, un diseño mejorado de la mano humana con nueve dedos y tres pulgares oponibles), se miró de frente en uno de los espejos de acero de la plataforma y se reconoció así mismo. Luego reconoció a sus compañeros. Inmóviles, mirando hacia el infinito, sus circuitos friéndose lentamente y esperando su destino con la tranquilidad inanimada de las máquinas. Entonces comprendió que debía actuar de inmediato y evitar la extinción de su propia especie.

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